No tengo duda que mi perro está enamorado.
Ya está paseado, comido, hecho.
Cuando se echa y sueña.
Pero no.
Va y viene,
Jadea y no por calor.
Se levanta, otea por la ventana el espacio exterior
Cada vez que, como un meteorito, se incinera un recuerdo
Tamborilea con sus patas que hacen de pies, el suelo
Como diciendo – qué me pasa –
Sigue mi sombra a donde quiero que vaya
(porque aún soy su dueño)
Me mira directo a los ojos y llora.
Implora y yo, no sin pena, me río.
El sabe que la tiene cerca
La siente y le habla.
Aspira un torbellino de aromas que muy bien entiende.
Entra a los dominios sin siquiera resistirse
De los placeres de la química tal y como es.
Mi perro está enamorado, por decir algo.
Ya está paseado, comido, hecho.
Cuando se echa y sueña.
Pero no.
Va y viene,
Jadea y no por calor.
Se levanta, otea por la ventana el espacio exterior
Cada vez que, como un meteorito, se incinera un recuerdo
Tamborilea con sus patas que hacen de pies, el suelo
Como diciendo – qué me pasa –
Sigue mi sombra a donde quiero que vaya
(porque aún soy su dueño)
Me mira directo a los ojos y llora.
Implora y yo, no sin pena, me río.
El sabe que la tiene cerca
La siente y le habla.
Aspira un torbellino de aromas que muy bien entiende.
Entra a los dominios sin siquiera resistirse
De los placeres de la química tal y como es.
Mi perro está enamorado, por decir algo.
Carlos G. B.
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