El juego de las letras imantadas funge de cenicero y como espejo de la vida. Si se cae una letra o llega el colapso, pierdes. Debes saber administrarte porque las letras comienzan a escasear. La búsqueda de la perfección te aproxima al caos. Descubres que la belleza es sólo una elucubración de geómetras y matemáticos, la interpretación Yin de un hombre de espaldas anchas. Camus lo dijo, hay una inteligencia lista y una tonta. Y como si fuera poco, tienes que esforzarte en lo que haces y como lo haces, requieres equilibrio, precisión. Necesitas colocar la I de indecisión sin que se caiga la torre de letras.
Carlos G. B.
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